Mujeres rusas
Los encantos y la belleza de las mujeres rusas son conocidos en todo el mundo. Sin embargo, el deseo natural de cuidar de sí mismas y de verse lo mejor posible no es el único rasgo que distingue a las mujeres rusas de los demás. Cada mujer rusa sabe cómo mantenerse al día de las últimas tendencias de la moda, aplicar el maquillaje de la manera adecuada, y peinarse para lucir lo mejor posible. Pero el aspecto físico de las mujeres rusas no es el factor decisivo a la hora de atraer a los hombres. Las mujeres rusas tienen algo más que les ayuda a conquistar los corazones de los hombres no sólo en Rusia. Esta preciosa cosa es un "alma rusa misteriosa" (según los escritores clásicos rusos, загáдочная русская душа), valores familiares, rasgos de personalidad y una visión muy tradicional de la vida.
La familia es la prioridad
La emancipación puede haberse extendido por todo el mundo, pero las mujeres rusas se mantienen fieles a los puntos de vista tradicionales de los roles masculino y femenino en una relación. Se considera que un hombre ruso es un proveedor que provee a la familia de bienes tangibles, mientras que una mujer es considerada un ama de casa y la madre de los niños. En la Rusia contemporánea, muchas mujeres aprovechan todas las oportunidades para obtener una buena educación, conseguir un buen trabajo y desarrollar sus carreras. Sin embargo, la familia (семья́) siempre sigue siendo la principal prioridad para la mayoría de las mujeres rusas.
Orgullo y modestia
La mayoría de las mujeres rusas pueden ser descritas como modestas y amistosas (скро́мные и приве́тливые). Siendo criadas de acuerdo a las tradiciones patriarcales, las mujeres rusas están de acuerdo con que los hombres sean la autoridad. En Rusia, las mujeres nunca se apresuran a romper o terminar su relación con un divorcio. En su lugar, utilizan todas las oportunidades posibles para salvar su matrimonio y continuar la relación con el hombre de su elección.
Las mujeres rusas le dan mucha importancia al romance. Les gusta cuando los hombres les dan flores y leen poesía. Al mismo tiempo, los regalos caros pueden ser un poco preocupantes. Las mujeres rusas están muy orgullosas de sí mismas y es poco probable que acepten un regalo caro que las endeude si son aceptadas. En cualquier caso, no hay reglas que obedecer si una mujer rusa está enamorada. Aunque no se les pueda llamar las mujeres con temperamento sureño, las rusas son muy apasionadas y tienden a enamorarse de una vez por todas.
Novias rusas: Razones para casarse con un extranjero
Las mujeres rusas también son famosas por ser excelentes amas de casa, grandes cocineras y madres cariñosas. Por lo general, aprenden desde la infancia a cocinar platos tradicionales rusos y les encanta hacerlo. Además, no es muy común tener una criada en Rusia. Por eso las mujeres rusas están acostumbradas a hacer todas las tareas domésticas ellas mismas. Estas cualidades de las mujeres rusas son muy valoradas por los hombres en Rusia y en muchos otros países. De hecho, hay muchos extranjeros que están contentos de tener una esposa rusa (рýсская женá), así como hay muchas chicas rusas que sueñan con casarse con un hombre del extranjero.
La razón de este estado de ánimo es que las tradiciones patriarcales rusas, que ya hemos mencionado anteriormente, también acostumbran a los hombres a ser el cabeza de familia y, a veces, los hombres dan por sentado todo el amor y el cuidado que las mujeres rusas ponen a su disposición. La falta de respeto de algunos hombres rusos es la razón por la que las mujeres rusas buscan una pareja romántica en el extranjero, esperando una pareja que pueda mantener a la familia y cuidar de los niños.
Por otro lado, los hombres extranjeros tienden a respetar más su amor desde el extranjero y eso hace más felices a sus esposas. Además, siempre es una gran experiencia construir una familia intercultural en la que dos personas puedan intercambiar no sólo sus experiencias personales sino también la herencia de sus países. Pero es ciertamente más difícil y requiere paciencia y respeto tanto del marido como de la mujer.